Evolución del Escudo de España

DESDE LOS REYES CATÓLICOS HASTA LA TRANSICIÓN

Escudo de los Reyes Católicos en 1475
Escudo de los Reyes Católicos antes de la toma de Granada
Escudo de Fernando el Católico
en la catedral de Granada

Todo empezó en 1230, cuando el rey de Castilla, Fernando III, se convierte en rey de León, a la muerte de su padre, Alfonso IX.  A partir de entonces, adopta como armas un cuartelado combinando alternadas las de los reinos de Castilla (un castillo de oro en campo de gules) y de León (un león de púrpura -o gules-en campo de plata). Estas armas llegarían hasta Isabel I de Castilla y León, que las superpone a un águila de sable, en honor de San Juan Evangelista.

Paralelamente, en el extremo oriental de la península, la Corona Aragonesa acababa de conquistar las taifas musulmanas de Mallorca y Valencia, que se incorporarían a la corona como reinos con personalidad propia. El emblema común serían las barras de gules en campo de oro, cuyo origen es discutido, pero que los reyes de Aragón empiezan a usar después de la unión dinástica con el condado de Barcelona.

Cuando Fernando II asume la corona de Aragón, en 1479, ya era previamente rey de Sicilia, y a las armas comunes se sumaron las de este reino insular.

La combinación del cuartelado de Castilla y León más el partido de Aragón y Sicilia daría lugar al que hoy podemos considerar como el primer escudo del conjunto de la actual España.

 

LOS REYES CATÓLICOS (1469-1516)

El primero de los escudos que puede considerarse en alguna medida como Escudo de España es el que, con el águila de San Juan como soporte, adoptaron Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón en 1475. En este escudo quedaban representadas de forma intencionada y políticamente equilibrada las dos mayores entidades políticas existentes en la Península Ibérica a finales del siglo XV: la Corona Castellano-Leonesa, que se extendía de norte a sur de la península, desde el Cantábrico al Mediterráneo, y que comprendía los territorios de las actuales Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Castilla y León, Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía y Canarias; y la Corona de Aragón, que agrupaba a las actuales Comunidades Autónomas de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares, además de otros territorios extra-peninsulares, repartidos por la cuenca mediterránea.

Unidas ambas Coronas bajo la misma Monarquía, son el origen más inmediato de la España actual, cuya extensión territorial no quedó, sin embargo, completa hasta la reconquista de Granada en 1492, y la posterior incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla, tras su conquista por Fernando El Católico en 1515.

El escudo se diseñó adaptando el modelo establecido por Fernando III al unir los reinos de Castilla y León en 1230, en el que en un escudo cuartelado se alternaban los emblemas de ambos reinos. En el nuevo escudo, las armas de Castilla (de gules, y un castillo de oro, almenado de tres almenas, con tres homenajes, el de en medio mayor y cada homenaje también con tres almenas, mamposteado de sable y aclarado de azur) y León (de plata y un león de púrpura -casi siempre representado de gules-, coronado de oro, linguado y armado de lo mismo) se alternan con las de Aragón (de oro y cuatro palos de gules) y  Sicilia (partido y flanqueado, jefe y puntas de oro y cuatro palos de gules, flancos de plata y un águila de sable, coronada de oro, picada y membrada de gules). A partir de 1492 se añade entado en punta con  el emblema del recién conquistado reino de Granada (de plata y una granada al natural, rajada de gules, tallada y hojada de dos hojas de sinople).

Éste es el escudo que sirvió de inspiración para el que el régimen de Franco adoptó tras la Guerra Civil y que, con ligeras variaciones, estuvo vigente hasta la promulgación de la Ley 33/81, de 5 de octubre, por la que se establecía el nuevo Escudo de España, que erróneamente se ha dado en denominar “Escudo Constitucional”, ya que no se encuentra recogido en la constitución.

En el modelo escogido por el Régimen franquista las armas del Reino de las Dos Sicilias fueron sustituidas por las de Navarra que no figuraban en el escudo originario (entre otras cosas porque la incorporación de Navarra a la Corona de Castilla fue posterior a la muerte de Isabel La Católica), al contrario que la representación del Reino de Granada que se incorporó a las armas reales a partir de 1492. Y éste es también el modelo básico que, con las variantes impuestas por los usos, modas y circunstancias de cada momento, ha perdurado hasta nuestros días

Armas de Isabel I de Castilla, Juana “la Loca” y Felipe “El Hermoso”
Armas de Carlos I
Escudo de Felipe II

CASA DE AUSTRIA (1516-1700)

Como resultado de la política de alianzas matrimoniales de los Reyes Católicos, a la muerte de Fernando el Católico en 1516, hereda las Coronas de Castilla y de Aragón, su nieto Carlos de Habsburgo, hijo de Juana I “la Loca” y Felipe I “el Hermoso”, y nieto del Emperador Maximiliano de Austria por línea paterna.

Ilustración procedente de la Genealogía de Caslos V

Las armas de Carlos I añaden a las de Castilla, León, Aragón, Dos Sicilias y Granada, presentes en el escudo anterior, las de Austria (de gules y una faja de plata)Borgoña antiguo (bandado de oro y de azur con bordura de gules) Borgoña moderno(de azur, sembrado de flores de lis de oro y bordura camponada, cantonada de plata y gules)Brabante (de sable y un león de oro, coronado de lo mismo, lenguado y armado de gules)Flandes (de oro y un león de sable, lenguado y armado de gules) y Tirol (partido de plata y un águila de gules, coronada, picada y membrada de oro, cargado el pecho de un cre­ciente trebolado de lo mismo). Carlos I incorpora también las columnas de Hércules con la leyenda “Plus Ultra”, en representación del Imperio ultramarino, y rodea el escudo con el collar del Toisón de Oro, como soberano de dicha Orden.

Armas de Austria, Borgoña antiguo, Borgoña moderno, Brabante, Flandes y Tirol

Al ser coronado Emperador en 1519, timbra el escudo con la corona imperial y acola el águila bicéfala del Sacro Imperio Romano-Germánico.  A partir de 1520 añade al cuartel correspondiente a Aragón y Sicilia, otro en el que se incorporan las armas de Jerusalén, Nápoles Navarra, que también usaba Fernando II de Aragón.

Armas de Jerusalén, Nápoles y Navarra
(añadidas por el Emperador Carlos I en 1520)

Felipe IIFelipe III y Felipe IV, así como Carlos II (1556-1700), descargan el escudo de ornamentos externos, sustituyen la corona imperial por la real abierta (o de cuatro florones, tres de ellos vistos), manteniendo el Toisón, que a partir de entonces permanecerá en todos los escudos reales. En 1580, Felipe II se proclama rey de Portugal (de plata y cinco escudetes en azur puestos en cruz con cinco bezantes o dineros en plata puestos en sotuer, bordura de gules con siete castillos de oro) e incorpora las armas  del nuevo reino al escudo, que se mantienen hasta que reconoce la independencia portuguesa en 1668, reinando Carlos II “el Hechizado”.

Armas de Portugal (añadidas por Felipe II en 1580)
Escudo de Felipe V
Escudo de Carlos III
Armas de Carlos III como Rey de las Dos Sicilias
Bandera de la Marina de Guerra en 1785

DINASTÍA BORBON-ANJOU (1700-1808)

La Dinastía Borbónica se instaura en España tras la Guerra de Sucesión, que se desata al morir Carlos II sin heredero y que enfrenta a los partidarios del Archiduque Carlos de Austria, hijo del Emperador Leopoldo I, con los de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y bisnieto de Felipe IV que sería finalmente coronado rey de España como Felipe V.

Escudo completo de Felipe V

El escudo de Felipe V (1700-1759), mantiene todos los elementos del anterior, pero cambia el diseño y distribución de los mismos: las armas de Flandes y Tirol aparecen ahora en cuarteles separados, en punta del escudo, en lugar de en el escusón en que figuraban anteriormente, y se añade un nuevo escusón central con los lises de la casa de Borbón, con la bordura en gules para distinguirse de los franceses. Sigue utilizando el Toisón de Oro (considerándose con derecho a ostentar la jefatura de la Orden y provocando la escisión en la misma) y añade a éste el de la Orden francesa del Espíritu Santo. Con frecuencia el escudo adopta forma ovalada o redondeada, siguiendo la moda francesa. El diseño de la corona se moderniza, adoptando la forma actual, de ocho florones (cinco vistos), y se reserva la de cuatro (tres vistos) para el príncipe de Asturias.

Felipe V, con el breve reinado de Luis Ienmedio (9/2-21/8/1724), le suceden Fernando VI, siguiendo el ordinal castellano (el anterior fue Fernando el Católico -II de Aragón- coronado como Fernando V de Castilla) y Carlos III.

Carlos III (1759-1788) realiza una importante reforma en el escudo: aparte de introducir en éste las armas de los Ducados de Parma-Médicis (de oro y seis flores de lis de azur distribuidas de arriba a abajo, una, dos, dos y una) y Toscana-Farnesio (de oro y cinco roeles de gules distribuidos en el campo de arriba a abajo, dos, dos y uno, un tortillo de azur en jefe cargado de tres flores de lis de oro), en representación de su herencia italiana; también sustituye el Collar de la Orden del Espíritu Santo por el de la Orden de Carlos III, creada mediante Real Cédula de 19 de septiembre de 1771, manteniendo el Toisón de Oro.

Con estos añadidos, Carlos III deja establecidas lo que serían a partir de ese momento las Armas Reales de España.

Armas de Parma y Toscana
(añadidas por Carlos III en 1759)

Carlos III le debemos también el diseño de la actual bandera de España, con sus tradicionales franjas horizontales roja, amarilla y roja, en las que algunos historiadores quieren ver los colores heráldicos de la Corona de Aragón. A este monarca le sucede Carlos IV, que no introduce ningún cambio en el escudo, salvo los puramente ornamentales.

La entronización de la Casa de Borbón en España tuvo como consecuencia inmediata el inicio de un proceso de “castellanización” de los reinos periféricos, especialmente de aquellos que se habían mostrado más favorables a la causa del Archiduque. Los efectos de esta política, que legislativamente se manifestaron en los Decretos de Nueva Planta, se hicieron notar también en la heráldica real. Desde Carlos III, las armas de Castilla y León ocupan la posición central en el escudo, y, con frecuencia, se prescinde de todas las demás en un modelo simplificado (conocido como “escudo pequeño”) que únicamente lleva el cuartelado de Castilla y León, con Granada y el escusón dinástico, y rodeado normalmente del collar del Toisón de Oro.

Escudo de José Bonaparte

JOSÉ BONAPARTE (1808-1813)

El conocido como “Rey intruso”, José I Bonaparte (1808-1813), introduce cambios sustanciales en el escudo: divide el escudo en seis cuarteles, 1º Castilla, 2º León, 3º Aragón, 4º Navarra, 5º Granada y 6º las Indias, representado por dos esferas terrestres flanqueadas por las columnas de Hércules, y añade sobre el todo un escusón de azur con el águila de los Bonaparte en oro.

Escudos de José I en el reverso de las monedas de 20 reales (1808 y 1811)

 

Armas completas usadas en la Restauración

I RESTAURACIÓN BORBÓNICA (1813-1868)

Reinstaurada la dinastía borbónica en 1813, Fernando VII recupera el escudo completo de Carlos III, aunque mantiene la misma forma exterior que se le había dado en la época de José Bonaparte.

Su hija, Isabel II, mantiene el mismo modelo, alternando con el ovalado.

Con frecuencia se utiliza la versión simplificada con las armas de Castilla, León y Granada y el escusón dinástico.

Escudos de Fernando VII e Isabel II en el reverso de las monedas de 80 y 20 reales (1822-1837).
Obsérvese en las monedas la inscripción de Rey y Reina de las Españas.
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