Los Movimientos Regionalistas en Castilla-La Mancha
El nacimiento de Castilla-La Mancha como entidad política se produce con el Estatuto de autonomía de 1982, sin embargo, no son nuevos los intentos de dotar a La Mancha de símbolos identificativos propios. Existen precedentes en las diferentes propuestas de símbolos regionales que los exiguos movimientos regionalistas manchegos (núcleos que se circunscribían a las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, y que, curiosamente, tenían su origen en Madrid), hicieron en el primer tercio del siglo XX. Muestra de ellas es la poco conocida bandera de La Mancha, dividida en cuatro cuarteles, uno por cada provincia, que se creó en el Centro Regional Manchego de Madrid y que se exhibió por primera vez (y casi última) en un mitin regionalista celebrado en Daimiel en el verano de 1906. Unos años más tarde, por iniciativa de un grupo de profesoras y alumnas de la Escuela Normal de Albacete, se confeccionaría otra en esta ciudad, que fue donada al mismo Centro Regional y que tampoco tuvo una vida muy larga. La organización territorial provincial había tenido en estas primitivas propuestas una gran importancia.
Las provincias habían tenido una gran tradición en Castilla desde la división administrativa de 1590, La “Provincia de La Mancha” se creó en 1691, desgajándose de Toledo, con una extensión mayor que la actual provincia de Ciudad Real, incluyendo gran parte de la provincia de Albacete y parte de Cuenca.
Por esa razón, los emblemas que se proponían para la “Región de La Mancha” incluían siempre los símbolos heráldicos provinciales que, en general, se confundían con los de sus respectivas capitales. Sin embargo en la bandera confeccionada en Albacete, cada una de las provincias era representada exclusivamente con el color del campo de su respectivo escudo, colocados en posición geográfica: negro para Toledo (se supone que por el águila de sable que soporta su escudo), rojo por Cuenca, azul por Ciudad Real, y blanco por Albacete; y curiosamente, con el escudo real de Alfonso XIII en el centro. Este escudo ha sido sustituido después en algunos círculos por una estrella amarilla de cinco puntas.
LOS SÍMBOLOS DE LA AUTONOMÍA
I. La Bandera
Creada ya la Región en régimen de “preautonomía”, y antes de elaborarse el Estatuto de Autonomía, los partidos políticos presentes en el llamado Ente preautonómico, deciden adoptar unos símbolos distintivos para la Región. La elección del distintivo fue objeto de estudios y propuestas. Se discutieron siete proyectos razonados en la reunión de la Junta celebrada en Albacete el 11 de enero de 1980, y finalmente fue elegido el presentado por Ramón José Maldonado, heraldista manchego, académico correspondiente de la Historia, a cuya obra se debe gran parte de los escudos municipales adoptados en la segunda mitad del siglo XX en la provincia de Ciudad Real.
La propuesta que presentó Maldonado era la siguiente:
«RAMÓN JOSÉ MALDONADO COCAT, Académico correspondiente de las Reales de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando, a petición de los partidos políticos: Unión de Centro Democrático, Alianza Popular y Partido Socialista Obrero Español, en ruego de que estudie y determine, sobre una posible bandera para la Región Manchega que recogiese en sus colores, sus orígenes históricos y su carácter como Región, tengo el honor de presentar el siguiente informe: la bandera partida (de arriba abajo, en dos tamaños, iguales. En el trozo de tela unido al asta, el escudo o Pendón de Castilla, antiguo Reino al que perteneció toda esta tierra y que es: en campo rojo carmesí el castillo de tres torres de oro mazonadas de negro (señaladas las piedras) y aclaradas (las puertas y ventanas) de azul. El segundo trozo de color blanco, en recuerdo de las Ordenes Militares de Calatrava, Santiago y San Juan, cuyas gloriosas milicias conquistaron, organizaron y administraron la tierra manchega y cuyos pendones fueron siempre blancos y blanca la Cruz de San Juan, sobre rojo; las ciudades, villas y lugares que fueron de Señorío Real, están representadas en el primer cuartel de la bandera. -Es lo que a juicio del Académico que suscribe, puede representar el origen histórico de nuestra tierra y ser adoptada como Bandera de la Mancha-. En Ciudad Real, a 15 de diciembre de 1977».
El correspondiente Decreto se publicó en el número 1 del Boletín Oficial de la Junta de Comunidades, de fecha 20 de octubre de 1980.
La Ley Orgánica 9/1982, de 10 de agosto, del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha (B.O.E. 16 de agosto 1982), viene a consagrar este diseño, disponiendo en su artículo quinto:
«Uno. La bandera de la región se compone de un rectángulo dividido verticalmente en dos cuadrados iguales: el primero, junto al mástil, de color rojo carmesí con un castillo de oro mazonado de sable y aclarado de azur y el segundo, blanco.
Dos. La bandera de la región ondeará en los edificios públicos de titularidad regional, provincial o municipal, y figurará al lado de la bandera de España, que ostentará lugar preeminente; también podrá figurar la representativa de los territorios históricos.
Tres. La Región de Castilla-La Mancha tendrá escudo e himno propios. Una Ley de Cortes de Castilla-La Mancha determinará el escudo y el himno de la región.
Cuatro. Las provincias, comarcas y municipios de la región conservarán sus banderas, escudos y emblemas tradicionales».
Por su parte, la propuesta de reforma del Estatuto de autonomía de Castilla-La Mancha, que se encuentra en tramitación en el Congreso, traslada al artículo 4º este texto, con algunas ligeras modificaciones:
Artículo 4. Símbolos y fiesta oficial.
1. La bandera de la Comunidad Autónoma se compone de un rectángulo dividido verticalmente en dos cuadrados iguales: el primero, junto al mástil, de color rojo carmesí con un castillo de oro mazonado de sable y aclarado de azur y el segundo blanco.
La bandera de Castilla-La Mancha ondeará en los edificios públicos de titularidad regional, provincial o municipal y figurará al lado de la bandera de España, que ostentará lugar preeminente. De igual modo podrá figurar la representativa de los territorios históricos. Junto a las banderas de España y de Castilla-La Mancha figurará la bandera de la Unión Europea.
3. La Comunidad de Castilla-La Mancha tendrá escudo e himno propios en los términos establecidos por la ley.
4. El día de Castilla La-Mancha se celebra el 31 de Mayo.
Las provincias, municipios y comarcas de la Comunidad Autónoma conservarán sus banderas, escudos y emblemas tradicionales.
Una circunstancia a reseñar es que de la lectura estricta de la descripción de la bandera que figura en el Estatuto (en el vigente y en el que viene) y disposiciones posteriores (“dos cuadrados iguales”), se infiere que las proporciones oficiales de la bandera son 1:2, contraviniendo la norma general en las banderas españolas y en la mayoría de los países europeos de que éstas sean 2:3.
Por la vía de hecho se ha corregido esta situación, confeccionándose y utilizándose las banderas en las proporciones más habituales (2:3), en lugar de las que establece el Estatuto, y con un diseño del castillo diferente al del modelo oficial.
II. El Escudo
El Escudo de la Región está basado en el diseño de la Bandera. Se aprobó mediante Ley 1/1983, de 30 de junio (BOCLM nº 15, de 12 de julio), en los siguientes términos:
«Artículo 1.º.- El escudo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha es partido. En el primer cuartel, en campo de gules un castillo de oro almenado, aclarado de azur y mazonado de sable. El segundo cuartel, campo de argento plata. Al timbre, corona real cerrada, que es un círculo de oro engastado de piedras preciosas, compuesto de ocho florones, de hojas de acanto, visibles cinco, interpolado de perlas y de cuyas hojas salen sendas diademas sumadas de perlas, que convergen en un mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador de oro sumado de cruz de oro. La corona forrada de gules o rojo.
Artículo 2.º.- Un decreto hará público el modelo oficial del escudo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, regulado por la presente ley.
Artículo 3.º.- La presente ley entrará en vigor al día siguiente de la publicación en el “Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma”.»
La Ley fue desarrollada por el Decreto 132/1983, de 5 de julio, por el que se hacía público el modelo oficial del Escudo de la región de Castilla-La Mancha y por el Decreto 115/1985, de 12 de noviembre, por el que se complementaba el anterior.
Castilla-La Mancha es también una de las pocas Comunidades que ha oficializado una serie de distintivos para las autoridades regionales. Esto se hizo mediante el Decreto número 184/1983. Allí se definen las características de los banderines para los vehículos oficiales, que deben ostentar en sus recorridos por el territorio autonómico, aunque lo cierto es que estos distintivos no se usan.
Muchas instituciones regionales han adoptado también el escudo como parte de sus propios emblemas; entre ellos, las Cortes, el Consejo Consultivo, o la Universidad de Castilla-La Mancha.
III. El Himno
El artículo quinto del Estatuto de Autonomía dice en su apartado 3º, que “la Región de Castilla-La Mancha tendrá escudo e himno propios. Una Ley de Cortes de Castilla-La Mancha determinará el escudo y el himno de la región.”
Mientras que lo relativo al Escudo se cumplió con bastante celeridad, la aprobación del Himno no ha corrido la misma suerte, estando pendiente desde entonces. Durante este tiempo se han formulado diferentes propuestas para cumplir este mandato estatutario, sin embargo ninguna de ellas ha merecido el beneplácito de las autoridades regionales.
Entre estas propuestas se pueden citar la de convertir en Himno regional la “Canción del Sembrador” de la zarzuela “La rosa del azafrán”, compuesta por el toledano Jacinto Guerrero, con letra de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, y estrenada en 1930; el “Canto a la Mancha” de Tomás Barrera; y alguna otra propuesta, como la presentada por un grupo de ciudadanos de Villarrobledo, de un Himno con el título de “Patria sin fin”.
IV. Otros símbolos regionales
Aunque no tengan carácter oficial, no cabe duda de que Castilla-La Mancha es reconocida fuera de nuestras fronteras por otros iconos muy representativos, si bien algunos de ellos lo son más de La Mancha que del conjunto de la Región. Entre éstos pueden citarse sin duda los molinos de viento, la figura de Don Quijote, cuyo centenario se ha celebrado en 2005.
Y si hubiera que elegir, como hacen sobre todo los países de tradición anglosajona, una flor representativa de la región, ésta podría ser la flor del azafrán cuya producción se centra actualmente en las cuatro provincias manchegas, pero que tuvo una presencia importante en Guadalajara, habiendo alcanzado fama internacional ya en la etapa de dominio musulmán.